El misterio del número 7

El misterio del número 7

El 7 está en todo. Es un número sagrado que goza de buena fama y encierra cierto halo de misterio: siete son las maravillas del mundo, siete las notas musicales (do, re, mi, fa, sol, la, si), siete son los colores del arco iris (rojo, naranja, amarillo, verde, cian, celeste o turquesa, azul, violeta), los días de la semana y, un largo etcétera. Es uno de los números más mencionados en la Biblia (e. g. los siete sacramentos, los siete pecados capitales, los siete dones del Espíritu Santo). Al igual, que en las ciencias duras que dan cuenta de los siete cuerpos astronómicos del Sistema Solar de donde provienen los días de la semana (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno), los siete metales de la Alquimia (oro, plata, cobre, hierro, estaño, mercurio y plomo), entre otros.

Todo es número. La contribución griega fue notable. Pitágoras afirmó aquello de «Todo es número». El médico griego Hipócrates (460-370 A.C.) dijo «El número siete por sus virtudes ocultas, tiende a realizar todas las cosas; es el dispensador de la vida y fuente de todos los cambios, pues incluso la Luna cambia de fase cada siete días: este número influye en todos los seres sublimes” (Clarín,16/12/2015).

El «Siete» es el número de la perfección

El misterio del siete es una simbología que aparece en el Antiguo (AT) y en el Nuevo Testamento (NT). En la Biblia es uno de los números más destacados. Así, el universo fue creado por Dios en siete días, éste número aparece en los sueños del Faraón (“siete años de vacas flacas y siete años de vacas gordas” y siete años de hambruna y siete de prosperidad). Los sacerdotes durante siete días seguidos, dan siete vueltas con siete trompetas alrededor de las murallas de Jericó. A Salomón le tomó siete años construir el templo de Dios. El candelabro de siete brazos, los siete espíritus reposando sobre la vara de José, Salomón que construye el templo en siete años…Y así las citas del AT podrían seguir ampliándose. Este legado sagrado del siete continúa en el NT: La multiplicación con los siete panes, hay que perdonar «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete» (respondió Jesús dejando claro que la idea era perdonar siempre). En el Apocalispis, el número siete se menciona más de medio centenar de veces.

El sentido cíclico de los períodos de siete años es muy común en las canciones tradicionales y en los relatos infantiles (Robledo, 2003). A modo de ejemplo, los hermanos Grimm popularizaron «El lobo y los siete cabritos» y Blancanieves y los siete enanitos.

En la Edad Media, la carga simbólica del siete mantiene su protagonismo en las siete Bellas Artes (la arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la literatura, la danza y el cine). Y en los tiempos modernos reaparece en las novelas, poesías y cuentos, en obras como el “Como guste” de William Shakespeare, que recorre «Las siete edades del hombre» y, en el ensayo, las «Siete noches», de Jorge Luis Borges. Igualmente, sobrevive en el Séptimo arte (Los siete Samurais, Siete años en el Tibet, etc), y también en el habla popular con el mito de las siete vidas del gato…Cinco no son montón, pero siete ya lo son. El año siete, toma la capa y vete (Refranero).

Y así podríamos seguir indefinidamente… pero, ¿por qué?

En la psicología este número alude a la capacidad de la memoria a corto plazo de retener un número limitado de información desconocida. En mis “school days”, en Boston University, un gran profesor Robert E. Simmons nos introdujo a la Psicología Cognitiva a partir de  la lectura de The Magical Number Seven, Plus or Minus Two: Some Limits on Our Capacity for Processing Information», publicado en 1956, por George Miller. Este pionero de las neurociencias que rompe con la corriente conductista dominante en ese momento se interesa por este problema a partir del enigma que rodea al número siete. En sus propias palabras:

«Durante siete años este número me ha seguido, se ha entrometido en mis datos más privados y me ha asaltado desde las páginas de nuestros diarios más públicos. Este número asume una variedad de disfraces, siendo a veces un poco más grande y a veces un poco más pequeño de lo habitual, pero nunca cambia tanto como para ser irreconocible. La persistencia con la que este número me atormenta es mucho más que un accidente aleatorio. Hay, para citar a un famoso senador, un diseño detrás, algún patrón que gobierna sus apariciones. O bien hay realmente algo inusual en el número o bien estoy sufriendo delirios de persecución».

A partir de sus experimentos, Miller descubrió que cuando se le pedían a las personas que repitieran una lista aleatoria de letras, números y palabra quedaban atrapadas alrededor del número siete más o menos dos elementos o chunks. Más allá de esta fórmula de  7 ± 2 el sistema se “sobrecargaba”.

Entonces ¿Existe un límite de ítems de lo que podemos recordar?

El psicólogo estadounidense Miller (1956) demostró que se puede repetir una lista de no más de unos siete fragmentos o trozos significativos (chunks) ordenados al azar (que pueden ser letras, dígitos, palabras, sonidos o imágenes). Posteriormente, otros investigadores llegaron a otras conclusiones. Cowan (2001) sostuvo que se pueden recordar un rango de entre 3 y 5 “chunks” en adultos jóvenes (Gilchrist, Cowan, & Naveh-Benjamin, 2008). O sea que el número mágico (si los hay en ciencia) sería cuatro». Desde esta perspectiva para recordar un número de teléfono de siete números, por ejemplo el 4927657, tenemos que dividirlo en cuatro partes: 49 27 65 7. 

¿Por qué es tan importante la memoria de trabajo?

Esta memoria también llamada memoria temporal es un tipo de memoria a corto plazo en la que interviene la corteza prefrontal. Es un sistema complejo que participa, potencia y permite que otro tipo de procesos puedan ser ejecutados de forma correcta. Es la capacidad de mantener la memoria en la “cabeza”, para poder utilizarla mientras realizamos una tarea. Por ejemplo, si tengo que recordar un número telefónico, lo agrupo en chunks y lo repito hasta que encuentro un papel y lo pueda escribir.

Y todo esto, ¿qué puede estar implicando para nosotros los comunicadores interesados en el aprendizaje de nueva información?

Lo importante es que la capacidad de la memoria se puede expandir a través del proceso denominado chunks. Recién salidito del horno, Heath y Starr (2022) en  Making Numbers Count: The Art and Science of Communicating Numbers vuelven sobre este término «chunk’ para hacer referencia  a un «conjunto de información que se recuerda como una unidad. Un fragmento puede ser un dígito al azar, un prefijo telefónico del centro de Houston  o las dos primeras estrofas de tu canción favorita»…Muchas veces hacemos uso de reglas mnemotécnicas para activar y ampliar la capacidad de la memoria. Pensemos por ejemplo en la fórmula AIDA que responde a las siglas en inglés Attention, Interest, Desire y Action (atención, interés, deseo y acción), activan nuestro recuerdo sobre las fases presentes en el embudo de  marketing y, más importante, así condensado y ordenado, dispara el recuerdo almacenado.

Nuestra cabeza está saturada de información y nuestra capacidad de atención es cada vez menor, apenas de 7 u 8 segundos. Por tanto, si queremos llegar tenemos que saber priorizar lo relevante y dejar caer en el olvido lo que no lo es.

Cada minuto del año 2020 los usuarios de YouTube han subido a la Red 500 horas de vídeo, los de Facebook han añadido 147.000 fotografías, los de Instagram han distribuido 347.222 nuevas historias los de WhatsApp han enviado 41.666.664 mensajes, según los datos de la consultora DOMO.

El tiempo no alcanza, los públicos objetivos están ocupados y tienen la cabeza saturada de información. Nuestro desafío es ser capaces de explicar lo complejo de una manera rápida y simple, poner foco y contextualizar sin agregar tareas adicionales.

George A. Miller y Nelson Cowan entre otros investigadores ofrecen pruebas que sugieren que nuestros cerebros humanos pueden retener y manipular alrededor de 5 fragmentos de información a la vez sin un alto riesgo de error.

Empezamos un nuevo año. Seleccionemos unos pocos objetivos relevantes y algunas métricas para monitorear el avance hacia dicho objetivo. Porque muchas veces, menos, es más. ⁠

La premisa es KISS (Keep it Simple Stupid). David Ogilvy, publicista consagrado lo dice cortito y al pie: Las grandes ideas suelen ser las ideas simples.

Fácil de decir, difícil de ejecutar.

 

 

Referencias

Clarín (16/12/2015) El poder del número 7: ¿Por qué es tan mágico? Recuperado: https://www.clarin.com/horoscopo/numeros-magicos-numeros-poderosos-numero-astrologia-magia-poder_0_rkDCYfYwmg.html

Cowan N. (2001).The magical number 4 in short-term memory: A reconsideration of mental storage capacity. Behavioral and Brain Sciences. 2001;24:87–185.

Gilchrist AL, Cowan N, Naveh-Benjamin M.(2008). Working memory capacity for spoken sentences decreases with adult aging: Recall of fewer, but not smaller chunks in older adults. Memory;16:773–787.

Heath, C. y Starr, K. (2022). Making Numbers Count: The Art and Science of Communicating Numbers (p. 23). Avid Reader Press / Simon & Schuster. Edición Kindle.

Miller, G. A. (1956). The Magical Number Seven, plus or minus Two Some Limits on our Capacity for Processing Information. Psychological Review, 63, 81-97.

Recuperado: http://www2.psych.utoronto.ca/users/peterson/psy430s2001/Miller%20GA%20Magical%20Seven%20Psych%20Review%201955.pdf

Robledo, 2030El siete, número cósmico y sagrado.Su simbología en la cultura y rendimiento
en el Romancero. Recuperado: https://studylib.es/doc/6285325/el-siete–número-cósmico-y-sagrado.-su-simbolog%C3%ADa-en-la-c…

https://www.expresodetuxpan.com/siete-son-las-maravillas-del-mundo-2/

Working Paper Memoria Operativa en http://www.scielo.org.co/pdf/rfmun/v54n4/v54n4a05.pdf

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