Volver a Boston siempre es una fiesta. Si te toca disfrutar el cambio de hojas en otoño es un espectáculo multicolor. Y, si te arrimás a New York, el cuarto jueves de noviembre con el encendido del árbol del Rockefeller Center antes de la cena de Thanksgiving, definitivamente vas a vivir un momento mágico y sublime. Hoy se iluminó Saks Fifth Avenue & Christian estrenando el carrousel de los sueños, inspirada en el zodíaco, una experiencia inmersiva intensa. Mañana la gran manzana se va a paralizar para dar lugar al icónico desfile de Macys.
Volver a Boston y recorrer estos lugares tan añorados siempre es una bocanada de aire fresco. Visitar Back Bay con sus casas victorianas, el campus siempre renovado de BU, que con la reciente incorporación de la «Torre Jenga» dejó su marca «sostenible» en el perfil urbano de la ciudad, y mezclarte entre los estudiantes de Harvard Sq. y MIT es una invitación a revivir el espíritu de la vida académica, del otro lado del Río Charles.
Boston con esa fina mezcla entre tradición, elegancia y vanguardia es una ciudad llena de luces y sorpresas. Esta vez, la instalación de arte digital «The Conversation» en el nuevo districto The Assembly Row y Seaport me atraparon. El muro artístico «La Conversación» de seis plantas, exhibe una pantalla LED en forma de tres cabezas que miran a la izquierda, la derecha y el centro, que representan el encuentro entre ideas, personas y comunidades. Lo interesante es que las tres personas están en modo «escucha activa» para desarrollar consenso.
El gran mural de arte digital propone escuchar, celebra la importancia del diálogo a partir de la escucha y destaca palabras como reunir, juntar, mezclar, explorar, contar, persuadir, compartir, colindar, entrar, reflectar, entre otras. Como sugiere el nombre de la obra inspira la conexión, el debate y el compromiso de la comunidad. Y abre una ventana que invita a debatir y ampliar los niveles de comprensión. Unir en lugar de dividir y buscar soluciones a los problemas comunes.
Viene bien recordarlo el Día de Acción de Gracias, en un país fragmentado y dividido como el nuestro que ensaya otro camino de transformación a través del poder de la conversación.